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21 Mar

10 consejos para compartir piso y disfrutar

Vivir en un piso compartido puede ser muy divertido, pero también estresante. Convivir es lo que tiene: hay que verse todos los días, cada uno con sus manías y su particular forma de hacer las cosas. Además de encontrar buenos compañeros, es imprescindible mantener un orden para no terminar volviéndote loco. Te damos algunos consejos de cómo vivir en un piso compartido y no morir en el intento.

  1. Tu habitación es tu templo: En un piso compartido en el mejor de los casos contaremos con una habitación y un baño para nosotros. Si no es así, tendremos que conformarnos con nuestra habitación. Esta habitación es nuestro templo, nuestro lugar especial. Una estancia en la que podremos aislarnos, si queremos, y en la que pasaremos mucho tiempo. Por este motivo, nuestro santuario debe estar cuidado. Es importante que en la habitación nos sintamos como en casa, por lo que personalizarla es importante. No tengamos miedo de aportar personalidad a través de las paredes, con revsitas y láminas que puedes pegar con whasi tape sin estropear las paredes, o a través del textil. Tu escritorio también puedes hacerlo más tuyo con complementos que te identifiquen, las puertas de tu armario son otro buen punto focal y la cama la puedes llenar de tus cojines preferidos o decorarla con luces que no usas en el árbol de navidad.
  2. Zonas comunes, juntas pero no revueltas: Sin entrar en el orden, podemos entrar, por ejemplo, en la división de las mismas: tanto en baños como en cocinas necesitaremos contar con un espacio propio, aunque sea una estancia compartida. En la cocina es buena idea reservar varios estantes para cada habitante de la casa; no solo en la nevera, también en la zona de almacenaje o despensa si la hubiera. En el baño sucede algo parecido. Si no contamos con un baño para nosotros solos, tendremos que buscar soluciones para poder colocar nuestros productos de aseo.
  3. Limpieza, limpieza y limpieza: A no ser que tengamos contratado un servicio de limpieza, limpiar es necesario. La convivencia puede complicarse de manera importante si vivimos en un ambiente sucio y desordenado. No se trata de que uno se pegue la paliza solo. No. Más bien se trata de cooperar. Podemos establecer un calendario con turnos de limpieza para que todos sepan qué deben hacer cada semana. Parece estricto, pero lo cierto es que con los años nos daremos cuenta de que esta sencilla regla de turnos y limpieza puede ser esencial para tener una buena relación con nuestros compañeros. Podemos anotarlo para que nadie se escaquee, usando paredes de pizarras, pizarras o cualquier elemento que se nos ocurra. Eso sí, por muy bonito que nos quede en la pared, habrá que cumplirlo para que la paz reine en nuestro hogar.
  4. Fiestas fuera de casa: A todos nos gustan las fiestas en casa y las visitas. No obstante, desde que comenzamos a compartir piso con alguien, debemos darnos cuenta de que no estamos solos en el piso ni en el vecindario. Quizá la fiesta que quieras hacer hoy hasta las 3 de la mañana no sea del agrado de tu compañero, que mañana tiene un examen importantísimo, ni de tu vecino que es bombero y trabaja  a turnos. Si el ambiente es bueno y os lleváis todos bien, podéis llegar a organizar cenas estupendas con sobremesas memorables hasta las 11 ó 12 de la noche y después continuarlas en el bar de la esquina…
  5. Invitados consensuados: Está muy bien que te visite tu prima, tu hermano, tu novio y hasta tu madre… pero con moderación y contando con los demás compañeros. A nadie le gusta levantarse por la mañana y encontrarse a un estraño diferente cada día desayunando en la cocina. Cuenta tus planes de visitas a tus compañeros, avísales de cuando van a venir e irse y haz que tus visitas participen de los gastos del piso, así nadie les verá como «gorrones» y no permitas que nunca se queden a adormir en el sofá. Las zonas comunes se deben respetar siempre, tus visitas duermen en tu habitación y todo el mundo contento.
  6. La colada compartida siempre mejor: Poner 5 lavadoras a al semana es más engorroso y caro que poner 3. Llegar a un acuerdo de los días de lavado de ropa blanca y de ropa de color puede contribuir a mejorar el recibo de la luz y el reparto del colgador. Además también mejora el cuidado de la ropa. Habla con tus compañeros y define esos días y quien pone y quita la ropa del colgador cada semana.
  7. Calentitos pero no quemados: Cuando llega la factura eléctrica en invierno en un piso compartido compartido puedes echarte a temblar o saltar de alegría, todo depende de la cabeza con que hayas usado la calefacción: Si te cierras en tu habitación y pones tu radiador las horas que te da la gana al día, piensa que tus compañeros tarde o temprano sabrán que haces un uso abusivo de la calefacción. Sentaros y decidir a que horas coincidís en casa para poner todos juntos los radiadores. La casa se calentará antes y la factura bajará. Además puedes pedir al propietario que contrate un plan personalizado con la compañía eléctrica y ahorrar aún más.
  8. Controla la seguridad: puertas bien cerradas al salir, grifos que no goteen, calefacción y luces apagadas… son gestos básicos que todos hacemos en nuestras casas y que debemos seguir haciéndolos en los pisos en los que vivimos con más gente. Evitaremos muchos disgustos si tenemos un poco de cuidado.
  9. Los rollos de una noche al hotel: nadie juzga tu vida sexual ni tus hábitos, pero cuando compartes piso con más gente debes tener en cuenta que traer desconocidos o desconocidas a casa es un riesgo que no te puedes permitir por tí y por tus compañeros y compañeras. Si has descubierto al hombre o a la mujer de tu vida tendrás mucho tiempo para conocerlo y presentárselo a tus compañeros así que un hotel para esa primera noche es la mejor opción. Nunca se sabe como acabará esa noche idílica y si no sabes nada de esa persona podrás evitar desagradables escenas o cosas peores.
  10. El dinero y las joyas en el banco: Nunca guardes cantidades importantes de dinero no joyas de valor en tu piso compartido. No es desconfiar de tus compañeros es no dar motivos para tener que hacerlo. Normalmente los seguros que contratan los propietarios no cubren los bienes de los inquilinos así que evita disgustos y vive con lo justo.

Con tiempo y una caña iremos dedicando un post a cada uno de estos 10 puntos fundamentales. No te los pierdas.

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